2022 comienza en la E
Especial deja ya de ser una palabra puntual para convertirse en algo normal y más cuando tratamos de hacer un balance del año transcurrido, previo a comenzar un nuevo año. Quizá la palabra excepcional sea más correcta que especial. Porque es algo que está fuera de lo previsto, que entra desde fuera con fiereza y obliga a recular tus planes, tus acciones, tus ideas e incluso tus rutinas. Entonces sí, deberíamos hablar de eso, de lo Excepcional.
2021 vuelve a ser un año intenso, en experiencias, en proyectos, en personas, en encuentros en la distancia y presenciales. Cojo distancia y toma forma del tren en marcha que ha de llegar en hora, en ocasiones ha de frenar y en otros acelerar más de la cuenta para que esté en su sitio en el momento adecuado, ni más ni menos. Lo pertinente está rodeado de idas y venidas, de prisas y parones, de intensidad varias pero entiendo que para ser pertinente, oportuno y/o adecuado debe ser de esta manera. Pausa, velocidad, tiempos, esfuerzos, intensidad, paradas.
A nivel profesional 2021 ha sido todo un reto porque Exigencia ha tomado ya la costumbre de convertirse en la primera condición ante cualquier proyecto. Entiendo exigencia como ese punto crítico al cual alguien/algo llega ante ti y por tanto has de responder como tal. Es además un listón que debemos colocarnos para ser capaces de superarlo. Los proyectos nunca vienen como queremos, sino que con lo que «nos llega» tenemos que ser capaces de dar lo mejor de nosotr=s mism=s para que tengan como mínimo un resultado notable más que satisfactorio, sostenible más que corto placista y que genere un comportamiento y una cultura de futuro que nos permita seguir recorriendo junt=s ese trayecto. Eso sólo se consigue siendo exigente con un= mism= y entre todo el colectivo que participe. ¿Conclusión? Se puede ser más exigente, en especial con uno mismo, más que exigir a los demás. El resto es cultura compartida de proyecto. Lo importante es el cómo, como siempre, y en especial con y junto a l=s demás.
Me llevo tres grandes aprendizajes:
- Estudiar: Sin entrar en los detalles de nuestra edad, ya en los cincuenta, siento que necesito empujar mis conocimientos «hacia los costados«, como dice mi amigo Carlos Magro. Definitivamente nuestro recorrido profesional, y personal, se debe nutrir de nuevas destrezas, habilidades y conocimientos que hemos de adquirir cada año. Por conocer nuevos espacios ajenos al «nuestro», por profundizar en aquellos que crees que sabes y no es así, y por desaprender otros que dejan de tener vigencia. Así mi mayor logro es haber profundizado tanto en la idea de «foco en la acción» (me gusta más que hablar de productividad), gracias a mis compañer=s José Miguel Bolivar y Laura Sastre, de Optima Lab; dedicar más tiempo al concepto de Diseño, con mayúsculas, y por otro lado introducir de pleno el estudio y profundización en la filosofía junto a Luis Montero, que resolvió de manera extraordinaria mi acercamiento al diseño, en un mundo de fakes, de bulos, de falta de espíritu crítico y de data, de demasiada data.
- Entrenar: Con el paso de los años me reafirmo en el placer de la escritura. Es con diferencia el año que más he escrito: para proyectos como generador de contenidos y narrativas para inspirar a otras personas –sí, me declaro fan de construir briefing–, con mis artículos-análisis del basket –mi otra disciplina que ya conocéis de sobra–; en otros blogs como el de Consultoría Artesana y en mis relatos personales que se convertían en escapatoria personal pero una exigencia –de nuevo– personal para lo profesional. Ha pasado de ser un momento a convertirse en hábito y necesidad. Me confieso fan de las frases como de los libros y la lectura –y el estudio–. Ahora mismo me sirve de mucho porque entiendo que es una manera no ya de tratar de hacernos entender frente al resto sino sobre todo de seguir pregonando el valor que tiene la relación pensamiento-escritura-lectura como proceso de aprendizaje.
- Enseñar: tengo una creciente convicción desde hace tiempo: el humanismo. Siento que estamos en una pequeña cruzada que roza el descrédito de todo aquello que sea humanista: la filosofía, las letras, las ciencias sociales, el estudio del comportamiento y el pensamiento de las personas frente a una sociedad que avanza a un vertiginoso ritmo con la tecnología, la ciencia y lo digital, que parece que es lo «único». Si aprendemos de los clásicos, siempre estuvo relacionada la matemática con la filosofía y eso probablemente dio como fruto el avance social en toda su naturaleza. Tenemos un compromiso precisamente desde la pedagogía, es decir, desde la «enseñanza» y la difusión de nuestros campos de actuación para precisamente colocar el humanismo en un lugar más respetado e influyente. Esto no es una batalla contra nada ni nadie, nada de eso, es un esfuerzo por «enseñar», por abrir nuestros conocimientos, por explorar otros campos en nuestro desarrollo personal y profesional para dejar una herencia colectiva más adecuada a los tiempos, preparada para el futuro, justa, igualitaria y solidaria a nuestr=s hij=s. Por eso entiendo que nuestro esfuerzo en divulgar, sea en blogs, en redes, en charlas, en videoconferencias, en formatos presenciales es más necesaria que nunca.
Tres cuadernos completados, 4 lápices Staedller HD 118; Notion, Google Drive y Facile Things como herramientas de trabajo, encuentros presenciales y virtuales, han sido cómplices perfectos para este 2021. Relaciones comerciales recuperadas en bastantes casos, nuevos horizontes increíbles a primera vista que se abren para explorar, aprender y resolver, retos apuntados en la carpeta de «proyectos» y no de ideas para el 2022 que tienen que hacerse realidad. Revisar el pasado se convirtió definitivamente en un ciclo que posibilitó este presente. Ahora toca construir lo que debe de ser el futuro, los próximos años, comenzando por este 2022.
2021 fue un año también de actualización de Equiliqua. En concepto y forma. Este blog por fin vio la luz después de años de dudas, intentonas y demasiadas preguntas sin respuesta, que ni una ha sido desechada. Al final conseguimos sacarlo. Y sobre todo un renovado concepto después de unos cuántos años trabajando que necesitaba también de replanteamiento conceptual, que llegó a una evolución de su imagen. Parte de esta actualización es lo que nos llegará en 2022.
Si hay una palabra que guiará este 2022 que vamos a entrar –o hemos entrado si lees este post ya en 2022– será Experimentar. Si algo veo en común en otros sectores, en las generaciones de jóvenes que llegan al mercado laboral, en cómo están siendo preparad=s (en algunos casos) y sobre todo qué dinámicas les mueve, es la experimentación. Y con ella llegan otros paradigmas: nuevas narrativas, nuevas maneras de hacer, nuevos códigos, nuevos perfiles, nuevas inquietudes y nuevas acciones transformadoras –entiéndase aquí aspectos como el mundo, el clima, el género, la ciudad, el trabajo, el ocio, el deporte, las marcas, etc–, y por tanto me lleva a «experimentar» como el propósito más importante. Ya lo era cuando comencé esta andadura Equiliqua con ese «ese otro punto de vista». Ahora toca más que nunca.
Que cerréis el 2021 como queréis, con vuestra gente, con vuestras ideas y vuestras propuestas. Es necesario mirar hacia delante. Es necesario hacer algo excepcional. Es necesario experimentar.
Un año más, Gracias por estar ahí.
Gracias por cada segundo que pasáis entre estas líneas del blog.
Gracias por ESTAR. Toca EXPERIMENTAR.
Sed felices.
URTE BERRI ON ! ¡FELIZ 2022!
La foto de inicio es de Flickr, de Duncan C
6 commentarios
kepa · 03/01/2022 a las 14:02
Brillante Juanjo!!! Me ha encantado 👏👏👏
Juanjo Brizuela · 07/01/2022 a las 18:13
@Kepa: Mil gracias de corazón. Bueno, ha sido un 2021 especial y espero que el 2022 se cumpla todo lo escrito. Y que brille. Que brillemos 😉
José Miguel Bolívar · 04/01/2022 a las 11:18
Hola, Juanjo. Aunque sea con retraso (no sé por qué no me apareció este post en mi feedly), quería darte las gracias por compartir tu balance anual y decirte que me alegra un montón que tu refresco de GTD con nosotros te haya sido útil.
Un abrazo fuerte y a experimentar mucho en 2022.
Juanjo Brizuela · 07/01/2022 a las 18:16
José Miguel: quizá sea que al renovar el blog no ha «cogido» tu suscripción.
Efectivamente mi paso por GTD me gustó muchísimo, sigo con mayor fuerza lo hablado y la verdad es que fue uno de los momentos del año. Sinceramente. Probablemente debería mirar ya el nivel 2, o quizá repensar y repasar el 1. Ya hablaremos.
Gracias por tanto… espero que pueda haber algún espacio para experimentar juntos en 2022. Abrazo enorme.
Amalio Rey · 06/01/2022 a las 11:11
¡¡enhorabuena, Juanjo!! Me ha gustado mucho tu balance anual. Te reconozco en cómo lo cuentas, de cabo a rabo. Veo que ha sido un año exigente y lleno de experiencias. Te he leído bastante, así que doy fe que has escrito mucho. Me encantan tus briefing en Medium. Te envidio tu paciencia con GTD, porque sé que es una cosa buena (más con la ayuda de esos cracks), pero que yo solo soy capaz de beber por sorbos. ¡¡nos iremos viendo este año, amigo!!
Juanjo Brizuela · 07/01/2022 a las 18:18
Amalio: Ha sido un año intenso sí, y muy satisfactorio. No lo niego.
Te agradezco mucho tus lecturas. Creo que es de agradecer especialmente. Los ejercicios en Medium son pruebas para uno mismo y ver qué deriva toman y sobre todo buscar otros estilos que me puedan ayudar en el resto de escrituras.
Con GTD ha sido una gozada porque creo que la clave es desaprender y comenzar con todo de 0.
Sí, este 2022 experimentaremos seguro. Abrazo y con ganas de leer tu libro. Ánimo.