Volver a entrenar para
Fue nacer Lucía en mayo del 2000 y decidir que había que tomarse un respiro y dedicarse a lo que había que dedicarse a partir de entonces: la familia. Ya en 2006 con el nacimiento de Martín, descubrimos en casa aquello de «1+1 no son 2 sino 11». Así que la vida era aquello que sucedía entre mi familia y todos esos momentos diarios que había que vivir juntos y, por supuesto, la vida profesional. Vale, también es verdad que uno sigue teniendo sus hobbies y de vez en cuando va buscando esos momentos entre las 24 horas del día, para sentirse persona tal y como es.
El caso es, como bien sabéis, que el baloncesto forma parte de mi identidad personal, que aquí quien suscribe tiene también su trozo de vida personal que conjuga con el mundo del branding, principalmente, el trabajar junto a personas y organizaciones para desarrollar ideas que conecten unas (personas) con otras (marcas). Pero el basket es otra de mis pasiones. Me dio mucho: amistad, conocimientos, sueños e ilusiones, trofeos, segundos puestos, aprendizajes … hasta gracias al baloncesto conocí a mi mujer. En todo este tiempo siempre he pensado que más que un deporte, el baloncesto me ha llevado a reflexionar sobre esas conexiones entre lo que sucede en el juego, la vida, las personas, las ideas. Algo de esto también hemos hablado por aquí.
El presente es que he vuelto a entrenar. Como dije, me tomé un respiro porque las obligaciones y las responsabilidades me hicieron tomar esa decisión y ahora que parece que ya nos sabemos la partitura por casa y en la vida, creo que es un buen momento. En estos ya 16 años que han pasado, prácticamente cada día en mis horas «libres» había un pedacito de baloncesto: un trozo de un partido, una charla de un entrenador, revisar apuntes, participar en programas de radio y tele, escribir análisis, preguntar y ver a quienes están en el día a día, ver, ver y ver… y pensar sobre ello. Dejé de entrenar pero no dejé el baloncesto.
Pero es que además no lo hago por ese «mono» que tiene quien vive partes de su vida con mucha pasión, sino porque creo que tiene que servirme para algo más que simplemente quitarme el gusanillo personal. Y lo relaciono además con mi vida profesional porque sigo pensando que cada día que pasa a quienes nos consideramos un poco knowmads, trabajadores del conocimiento y de las relaciones, éste se encuentra en muchos espacios y entornos, y además cualquier input puede servirte de inspiración y aprendizaje para cualquiera de tus ámbitos: el profesional, el familiar y el personal. Lo hago porque quiero seguir aprendiendo cada día y creo que con algo «externo» a mi día a día habitual, quizá pueda seguir dando pasos.
Busco ahora en el basket ser capaz de proponer una idea, un estilo, una identidad, ser fiel a ella misma, desarrollarla con toda la pasión, alma y emoción que cada uno le pueda poner e irla construyendo a lo largo de cada entrenamiento y partido. Convencer a mis chicos de que desde esa idea se puede progresar más y, si salen bien las circunstancias, podremos tener opciones de llevarnos un partido. Este trabajo lo vengo/venimos desarrollando en muchos proyectos de branding y comunicación en los que estoy involucrado. Proyectar una identidad, trabajar para que desde el convencimiento, el propósito y las formas de cada cultura organizacional, podamos ser más importantes en el mercado, estar entre las alternativas a escoger y ser finalmente la elegida.
Busco ahora en el basket transmitir que lo importante no es simplemente el QUÉ sino sobre todo el CÓMO, no es jugar por jugar, sino entender y comprender mejor el juego, para que cada jugador interprete a su manera lo que sucede y que tome así SU mejor decisión junto al resto de compañeros y rivales. El basket no es un deporte individual aunque las decisiones y lo importante ocurre siempre alrededor del jugador. Los entrenadores somos simples mediadores de lo que sucede. En el branding ocurre parecido. Lo importante no es que estemos hablando todo el día de «qué importante es la marca«, de «yo hago branding«, de «nosotros conocemos a nuestro cliente«, y todas esas cosas sino que los «gestores de marca» sientan que más que ser gestores han de ser EMBAJADORES Y DISCÍPULOS de su marca para que, posiblemente cada un= a su manera, pueda hacer que la percepción de la otra persona, vaya en la dirección que queremos tomar. Comprender el mercado, entenderlo, saber cuáles son sus criterios es básico; comprender cómo es y cómo se desarrolla el juego, es esencial para saber qué es lo que tienes que hacer pero sobre todo CÓMO lo tienes que hacer.
Busco ahora en el basket escuchar más y dialogar más con mis jugadores, más que simplemente ser una persona que les dice lo que tienen que hacer y éstos lo repiten como autómatas (que por desgracia cada vez sucede más en los campos). La identidad y el estilo son los pilares del grupo pero sobre todo saber qué siente el jugador cuando lo pone en práctica y qué propone para que podamos mejorar todavía más. Obviamos demasiado que observar y escuchar son dos facetas mucho más importantes que ver y oír. Decir se convirtió en ordenar pero hablar conversar es intercambiar opiniones para buscar un propósito y un beneficio común.
Busco ahora en el basket, de manera práctica, aceptar una nueva responsabilidad que debemos tomar, en el sentido de que compartir tus ideas es sobre todo llevarlas a la práctica y tratar de que puedan ir calando con el paso del tiempo. De lo que más orgulloso me siento de mi’s etapa’s de entrenador (comencé con 14 años a entrenar) es que hoy muchos, muchísimos de mis jugadores sigan jugando a este deporte, les encante ir a ver partidos, hablar de ello y especialmente recordar lo bien que se lo pasaron en aquel tiempo jugando a este deporte.
16 años después me he dado cuenta que se han producido algunas que otras telarañas en la práctica. Lo siento cada día que entrenamos y en estos primeros partidos que estamos jugando. No le pongo prisas al tiempo, ni mi/nuestro objetivo es la victoria, simplemente quiero seguir aprendiendo y buscando otras influencias externas que me/nos alimentan en lo que hacemos antes y después del día del entrenamiento. Soy consciente además de que este momento alimenta a mi actividad profesional y no la sustituye. Y así lo he tomado y así me lo he propuesto. Decía Antonio Conte, el seleccionador de Italia y actual entrenador del Chelsea, aquello de «Ellos tenían el talento y nosotros teníamos las ideas. Y las ideas vencieron al talento» cuando Italia ganó a España. Yo/nosotros ahora tengo/tenemos mucho por hacer con el trabajo de las ideas. Porque seguro que con ellas, además, desarrollaremos el talento.
12 commentarios
Paz · 20/10/2016 a las 12:56
Enhorabuena Juanjo por el regreso al basket, estoy segura de que la decisión te traerá muchas cosas buenas.
Cuando ponemos lo mejor de nosotros en lo que hacemos, aunque en ocasiones salimos “doloridos” el balance siempre es positivo.
¡Un fuerte abrazo!
Juanjo Brizuela · 21/10/2016 a las 09:00
@Paz: gracias… era cuestión de tiempo el volver. No me parecía que tanto ver, analizar, debatir y demás era suficiente sino volver a ser capaz de ilusionar a la gente y ponerlo yo mismo en práctica.
No tengo muchas expectativas salvo el aprender de cada momento y que me sirva para mi día a día y sobre todo les sirva a los muchachos. Lo pasaremos bien seguro.
Besote grandote
Jabi Luengo · 20/10/2016 a las 16:05
Tú tienes las ideas y el talento a la vez.
Les pones rueditas y a correr!!
Me alegro mucho, Juanjo.
Un abrazo
Jabi
Juanjo Brizuela · 21/10/2016 a las 09:01
@Jabi: veremos a ver… intentar lo vamos a intentar. Por ganas e ilusión, que ya me conoces, tampoco. Disfrutar del proceso y aprender de él. Sólo pido eso.
Mila esker
Julen Iturbe-Ormaetxe · 20/10/2016 a las 21:05
Pues que usted disfrute de la nueva etapa, Juanjo. Seguro que encontrarás muchas conexiones entre esos dos mundos de los que hablas porque, a fin de cuentas, solo tenemos una vida… con varias facetas 🙂
Ánimo.
Juanjo Brizuela · 21/10/2016 a las 09:02
@Julen: eso es lo que busco. Seguro que tiene mucho que ver con dar pedaladas y que en cada momento sientas que algo tenías rondando la cabeza venga rodando hacia ti. A ver si lo conseguimos. Y si ya ganamos, pues habrá que celebrarlo! Abrazote jefe
Iván · 23/10/2016 a las 12:18
Buen regreso Juanjo. Ya lo decía nuestro querido y añorado Andres Montes con aquello del «Si lo intentas es muy fácil» 🙂 . Estoy seguro de que el baloncesto está de enhorabuena por tu regreso a las canchas. Disfruta con la nueva etapa. Un abrazo. Iván
Juanjo Brizuela · 25/10/2016 a las 08:52
@Iván: gracias compa…creo que tengo yo que dar más al basket de lo que él me ha dado a mí, que ha sido muchísimo. Así que mucho por hacer. Gracias y un enorme abrazo
Jerónimo Sánchez · 27/10/2016 a las 03:58
Pues a disfrutar, maestro!!! No hay nada como recuperar viejas pasiones. Los años transcurridos seguro le dan otro sabor que lo harán igual o más «sabroso».
Un fuerte abrazo / Jero
Juanjo Brizuela · 27/10/2016 a las 13:58
@Jero: muchísimas gracias maestro… espero que este tiempo en barbecho bebiendo de muchas fuentes y observando y pensando sobre lo observado, me ayude un poco en este momento… del cual estoy disfrutando mucho, tú ya me conoces.
Un enorme abrazo
Sonia fitness · 13/01/2017 a las 22:19
El deporte nunca hay que dejarlo, es el que nos aporta. Equilibrio y energia en nuestro dia a dia
equiliqua » Respirar e inspirar: adios 2016, hola 2017 · 30/12/2016 a las 09:44
[…] y muchos más. Música y fotografía. Volver a ponerme las zapatillas de running y sobre todo, ponerme las zapatillas de basket, la pizarra y mi vuelta a recorrer la banda de un campo de balonce…, interpretando lo que puede pasar y tratando de ayudar a que mis chicos pueden conseguir que sus […]