Desde la confianza
«Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida». Woody Allen.
Ahora que estamos justo a punto de terminar este 2013 sigo pensando que lo importante de cada paso que damos es mirar hacia dónde va el siguiente. Mirar atrás sirve para reconocer de dónde venimos, en especial para precisamente no olvidar ese decidido paso inicial. Justo hasta ahí. El resto es aprender y recordar el por qué de ese paso.
En este mundo de la comunicación y de las marcas, tendemos siempre a tratar de simplificar ideas complejas para hacernos más comprensibles ante las personas y a partir de ahí ir construyendo nuevos significados que den sentido a lo que hacemos, decimos, vemos y sentimos. Hay una palabra que me queda después de pensar en todo lo que he vivido en este año: CONFIANZA. Estos últimos días he reflexionado mucho sobre ello y he llegado a la conclusión de que es la palabra que mejor representa este 2013 porque me siento especialmente a gusto con lo que significa y con lo que ha significado para mí en este año.
2013 comenzó con la apertura de una nueva etapa en estos ya 4 años de andadura profesional. Lo importante fue reconocer que se abría una puerta más que se cerraba una anterior. Uno se mira a sí mismo y se pregunta: «¿puedes?», y sí, no lo dudo, con algún que otro vacile, respondes «sí, puedo». Muchas de nuestras decisiones nacen de la humildad personal de reconocer lo que uno aporta y puede aportar, así como lo que no aporta. No sé si a esto se le llama autoestima o qué pero lo que sí sé es que si no confías en ti mismo es muy complicado que otr=s confíen en uno. Así que ese pequeño y vacilante paso se convirtió en uno firme.
Reconozco también que el 2013 ha sido un año duro para uno. No lo voy a ocultar. Porque a todo el mundo le ha afectado esto llamado crisis y más que nada, las propuestas han ido apareciendo no con la decisión de otras veces pero sí con la intención de hacer algo… pero sin definir desde cuándo se dan los primeros pasos. Gestionar la posible actividad y los recursos con el tiempo del propio proyecto, o los pones al mismo nivel o si los colocas en diferentes estadios, pasa lo que pasa, que se descompensa, y eso pesa mucho. Y me ha afectado. Ésta ha sido una de esas lecciones aprendidas de este año.
En cambio han habido preciosos momentos de miradas de complicidad, de compromiso, de «vamos para delante» que destilaban un enorme gusto de CONFIANZA en lo que se es capaz de hacer. Esos momentos que uno agradece muchísimo cuando sabe que hay algo más que una simple relación, cuando hay más que un simple interés… hay compromiso más allá de una necesidad concreta. Y para mí ése ha sido el gran significado de este 2013. A veces los proyectos y las relaciones hay que sentirlos más allá que simplemente mirar la transacción de valor que se produce: de un lado trabajo, de otro mera remuneración. Hay algo que empatiza, hay algo que une, hay algo que incluso desde la diferencia, suma. Y eso sólo se produce cuando en la balanza hay un eje esencial: CONFIANZA. En uno mismo y en la persona que tenemos delante.
Lo he sentido en proyectos que hemos desarrollado desde Equiliqua, lo he sentido muchísimo con toda esa gente a la que me gusta llamar compañeros más allá que ser colaboradores, lo he sentido con clientes, lo he sentido incluso con aquellos que no lo son (aún) y que en cambio se produce un feeling especial. Lo he sentido en el mundo de la formación, del retail, de la alimentación, de la industria electrónica, de la tecnología, de la salud dental, de la gastronomía, de la fabricación personal… Lo he sentido en sesiones de trabajo y en cafés mientras reflexionábamos sobre cualquier aspecto. Lo he sentido cada vez que publicaba un post y sentía que alguien lo estaba leyendo.
La CONFIANZA es además algo que se otorga al otro y al mismo tiempo es algo que se va alimentando a medida que avanzas en las relaciones si las basas en generar espacios de relación basados en la sinceridad, honestidad, humildad y responsabilidad. Y por esa actitud de generosidad y de responsabilidad hace que se convierta en un valor que deberíamos poner en práctica día sí día también: ganarse la confianza. Buena idea.
Así que del 2013 me llevo esta palabra porque de veras, la he sentido. Espero que quienes os pasáis por aquí de vez en cuando hayáis sentido algo similar. De alguien que desde lo más profundo quiere compartir ideas y debates: GRACIAS POR VUESTRA CONFIANZA. Espero estar a la altura el año que viene.
Nos vemos el 2014. Disfrutad de vuestra gente.
Feliz 2014.
Salud y sed felices.
Cierro con esta canción que me ha acompañado mucho durante este 2013. Me la ha recordado mi buen amigo Antxon.
11 commentarios
Pilar · 31/12/2013 a las 10:46
Me gusta la palabra que has elegido, y me gusta como suena cuando la escribes junto a futuro e ilusión.
Aquí estamos… También estaremos en 2014
Antxon · 31/12/2013 a las 10:53
Juanjo, me apunto a eso de ganarse la confianza! Qué gran concepto y que complicado es equilibrarlo para todas las personas. Por lo demás, estoy seguro que 2014 va a ser EL año. Ya verás!
Un abrazo y urte berri on!!
Idoya · 31/12/2013 a las 11:33
Juanjo, este es mi primer año leyendo tus post. Y desde luego se ha generado CONFIANZA. Puedo añadir más valores que he apreciado: Seguridad, claridad, empatía, fidelidad… Además de aprender y aplicar conceptos que he pillado de tus aportaciones. Seguiré el 2014 esperando el post como cada semana.Felicidad a raudales.Gracias.
Gorka Corres Zamacola · 31/12/2013 a las 13:31
Hola Juanjo:
Muchas gracias por todos los posts del año y las charlas en directo.
Ha sido una gran inversión de tiempo leerte y ha merecido la pena. Seguro que en 2014 no seguiremos leyendo 🙂
¡Saludos y Feliz Año!
Gorka
Kepa · 31/12/2013 a las 15:27
Me gusta mucho el post que has escrito para terminar el año Juanjo, muy bueno de verdad. Te deseo lo mejor para el próximo año compañero, no tengo duda de que será un gran año. Gracias por tus post.
Un abrazo
Kepa
Juanjo Brizuela · 02/01/2014 a las 11:06
@Pilar: gracias por tu confianza cada vez que te has pasado por aquí y cada vez que nos hemos encontrado. gracias. Empuño la bandera de la confianza con fuerza este año, te lo prometo. Me verás. 😉
Juanjo Brizuela · 02/01/2014 a las 11:07
@Antxon: gracias por tu confianza cada vez que te has pasado por aquí. Te tomo la palabra: VA A SER UN GRAN AÑO, nos lo merecemos, qué coño!!!
abrz
Juanjo Brizuela · 02/01/2014 a las 11:09
@Idoya: gracias por tu confianza cada vez que te has pasado por aquí. Qué decirte a ti que te tengo cerca…gracias de veras. Trataré de mantener la ilusión cada semana, cada día, por generar confianza. A ver si lo consigo.
Juanjo Brizuela · 02/01/2014 a las 11:10
@Gorka: gracias por tu confianza cada vez que te has pasado por aquí. Seguiremos en la brecha, tratando de sumar ideas y compartir reflexiones…conjuntamente. abrazo y a por todas en este año que estamos escribiendo.
Juanjo Brizuela · 02/01/2014 a las 11:13
@Kepa: gracias por tu confianza cada vez que te has pasado por aquí. Gracias a ti por estar ahí siempre que he hecho toc toc. Muchas de las reflexiones vienen de esas conversaciones que tenemos a menudo. Así que gracias. Seguro que será un gran año.
David Criado · 20/02/2014 a las 21:25
Juanjo, leyendo con muuuuucho retraso este post tuyo. Obvio es que me ha encantado pero aún más emocionante es compartir con la red a través de tu propia casa estas dos reflexiones:
Encabezas tu artículo con una cita de Woody Allen sobre el futuro, y yo comparto otra que él mismo tiene sobre el presente: «Me encanta el presente, aunque sea porque es el único lugar donde puedes encontrar un buen filete con patatas»
Y añado una reflexión que va relacionada con la tuya para este nuevo año. Es una cita auténtica de Lincoln que pronuncia Daniel Day Lewis en la película homónima (Spielberg,2012) en medio de una gran conversación. No es literal, pero es esta:
«A menudo tener un horizonte claro y ser completamente fiel a él no ayuda al Hombre a conseguir sus fines sino precisamente todo lo contrario. Imagine usted que caminamos por un denso bosque embarrado lleno de enormes peligros y penurias pero tenemos claro que debemos ir al norte. ¿De qué nos sirve saber donde está el norte si caminando usted y yo con la cabeza bien alta y la mirada siempre puesta en esa dirección, nos hundimos por ello en el primer pantano o nos golpeamos fatalmente con una enorme rama por no haber sabido conformarnos con dar tan solo el siguiente de los pasos?»