Mi compromiso
El pasado viernes acudí a la presentación del estudio «(CON)ex Bidean», liderado por el centro de investigación en gestión empresarial MIK, junto con otros participantes como Ikerlan, Tekniker, UPV y la Facultad de Ciencias Empresariales de Mondragon Unibetsitatea. Un proyecto de investigación muy interesante que ha tratado de recoger un nuevo sistema de gestión innovador para implantar modelos sostenibles en las empresas, que se basa en los compromisos en el ámbito económico, social y medioambiental. Muy, muy interesante, porque estamos en un mundo, sobre todo en el empresarial, donde no sólo es necesario que las empresas piensen exclusivamente en la rentabilidad sino que deberían construir un proyecto sostenible en el tiempo y adecuado a las exigencias de los nuevos tiempos: personas, entorno, medio ambiente, innovación, emprendizaje.
El la comida posterior a la presentación comentábamos entre los asistentes que había que lograr un nuevo pacto, unos nuevos principios que guíen el funcionamiento futuro de las organizaciones. Oyendo a todos, escribí un papel una idea que me parece esencial: EQUILIBRIO. Equilibrio, entendido como una apuesta por la convivencia, equilibrio basado en la sostenibilidad, equilibrio como una fuerza que permite circular entre una tecnología «virtual» casi invisible y una vuelta a las esencias de nuestros orígenes. A reflexionar sobre ello. Difícil de hacer, pero desde luego coherente con lo que estamos y vamos a vivir.
Por la tarde, se presentó una escultura representativa del modelo de sociedad sostenible e innovadora en un acto social, dinamizado por la Asociación MIK INNOVALAB, y por Greg Rivera, investigador del MIT (Massachussets Institute of Technology) que está trabajando de forma muy interesante en este proyecto.
La escultura se basa en la suma de compromisos individuales (escritos sobre una piedra) por crear y desarrollar una sociedad más sostenible. Yo escribí uno por el que quiero trabajar en los próximos años: Euskadi tiene un reto futuro esencial. Y para mí, por el ámbito en el que trabajo, estamos ante un problema de desarrollo de marca futuro. Debemos innovar pero aún no tenemos la suficiente credibilidad para ser reconocidos como tal. Por otro lado, Euskadi tiene una identidad tan acusada que deberíamos desarrollarla para mantener un lugar preferencial y diferente en el mundo. Y ello pasa por la suma de estos compromisos individuales y también por que nuestras organizaciones se enfoquen de forma diferente. Un reto. Pero también ahí va mi compromiso. Veremos
4 commentarios
Asier · 16/06/2008 a las 13:56
Un reto esencial para cualquier sociedad que quiera hacer frente a un futuro cada vez más global y competitivo. El problema es que para poder innovar en la marca Euskadi, y en la propia gestión de marca en Euskadi, primero hace falta que el concepto «branding» sea comprendido, asumido y potenciado por los líderes de opinión, tanto instituciones como empresas.
Por otro lado, teniendo en cuenta que últimamente me estoy acercando bastante al lado oscuro, cada vez veo más lejana la posibilidad de que un territorio tan minúsculo como el nuestro pueda labrarse un gran nombre internacionalmente. No me refiero tanto a dejar una imagen a través de experiencias satisfactorias, sino a lograr ser notoria para poder captar la atención entre tanto gigante (que también dan pasos firmes por reforzar su marca de una forma innovadora, no lo olvidemos). Pienso, aunque mi vena nacionalista me empuje a lo contrario, que Euskadi debería trabajar en coordinación con otras marcas regionales, y con la propia marca España, para aportar sus propios valores diferenciales al conjunto.
Perdón Juanjo, creo que me he ido off topic.
Juanjo Brizuela · 20/06/2008 a las 15:22
De momento empezamos un poco «retrasados»: en Euskadi (por la experiencia personal y profesional) hay pocos profesionales que comprendan el valor del «branding». Pero es que ni siquiera el término marketing adquiere un gran interés. Se ha dicho que Euskadi no sabe «venderse»… y es cierto.
Pero el reto está quizá en olvidarnos de lo que «no-hicimos» para centrarnos en lo que «tenemos-que-hacer». Y en una de esas tareas está el branding.
Precisamente la ventaja de poder pensar y reflexionar sobre el «EUSKAL BRAND» es empezar casi desde 0, está todo por hacer. Y puede ser el tractor que:
a) permita una mayor sensibilización «socio-empresarial»
b) logremos ser «reconocidos» en el mundo por «algo»
c) tengamos un tractor que nos permita el desarrollo del territorio.
No es fácil. Pero por eso lo definí como «mi compromiso», para trabajar sobre ello.
Y de «off topic» nada. Todo es sistémico. Y todo se interrelaciona.
Sergio · 02/07/2008 a las 12:26
Yo creo que Euskadi no lo tiene tan difícil para diferenciarse en el mundo. La diferenciación creo que no sería un problema. La notoriedad si.
Eso sí, como bien dice Juanjo, nos faltan profesionales que hablen de crear marcas. Y nos falta una «marca» de país bien gestionada para dar cobertura al resto de marcas «de aquí». Y creo que en este caso le tocaría al gobierno vasco mover ficha. A ver quien es el listo que les explica que es eso del branding. Esa sería otra.
Juanjo Brizuela · 03/07/2008 a las 13:31
Notoriedad sin diferenciación es imposible. Para que alguien te reconozca tiene que ver que es diferente respecto de lo que existe en la actualidad. Precisamente es la «diferencia» lo que nos puede hacer «ser únicos» y «notorios».
Respecto de los profesionales, estamos ahora mismo en un momento en el que se replantean estructuras, agentes de formación, etc. Pero insisto en la necesidad de hacer una labor de «sensibilización» inicial para después ir desarrollando y recorriendo etapas.
Gobierno Vasco puede ser tractor, pero entiendo que es un tema de consenso y de objetivo de país, como el reto de la innovación.
Y si hay que explicar qué es eso del branding, me ofrezco. ¿Te vienes?