Una de cal y otra de arena
TAU campeón de la liga ACB, de forma brillante sobre todo en los playoffs. La verdad es que la sensación ha sido excelente en todos los sentidos: equipo sólido, comprometido, intenso, todas las decisiones han sido correctas… perfecto. Daba gusto verle jugar y daba alegría sentirse como una parte del equipo, como fan, aunque personalmente no me guste. El Barcelona, que dio excelentes sensaciones en semifinales, se mostraba inalcanzable ante la intensidad y la concentración del TAU.
Independientemente de muchos análisis, que llegaran con el paso de los días, lo que es increíble es el nivel de la temporada del TAU. De 4 competiciones existentes, a saber, Supercopa, Copa del Rey, Euroliga y liga ACB, ha estado presente en las 4 finales y ha ganado dos títulos: Supercopa y Liga ACB. Esto es realmente impresionante. Y espero que el análisis de mucha gente sea el mismo. Hay que reconocerlo objetivamente. El BA-LON-CES-TO que a todos nos gusta y nos hace enamorarnos por este deporte.
La de cal es la despedida de Pepu Hernández. Mejor dicho, el despido. Para muchos increíble. Entre otros para mí. No lo entiendo. Desde mi punto de vista, Pepu no era un entrenador. Era un coach. Un auténtico coach. Una persona que marcaba unos objetivos comunes para todos y compartidos por todos, con excelentes resultados. Ha perdido sólo 2 partidos en casi 3 años.
Suena a celos. Suena a protagonismos. Suena a órdagos. Esta es la parte que no me gusta. A ver quién puede más. Y pelear en los medios, ante la mirada atónita de todos nosotros. ¿Ha habido ganadores? no. El baloncesto ha perdido parte de su honradez, parte de su sentido común y parte de su ilusión compartida por todos los que hemos formado, y formamos desde la lejanía, parte de él.
El significado de BA-LON-CES-TO hoy tiene dos caras.